Las brújulas son sumamente importantes para los navegantes, es uno de esos elementos que no deben olvidarse nunca al salir a navegar. Es muy útil a la hora de orientarse en momentos en donde la visibilidad de es buena o cuando no existe ningún tipo de referencia visual (por ejemplo en altamar).
Su funcionamiento es muy simple, mediante una aguja imantada, señalando lo que se conoce como Norte Magnético, que puede llegar a variar ligeramente dependiendo de la zona en que se utiliza.
Las brújulas para navegantes no sirven ni en el polo norte ni en el polo sur ya que las características propias del campo magnético en estas regiones impiden usar la brújula. En la actualidad este tipo de elemento está siendo cambiado por otros sistemas de navegación que son mucho más avanzados como el giroscopos y el GPS, y así lograr ser más precisos. A pesar de eso la brújula sigue siendo usada para otras actividades que por falta de energía eléctrica no pueden usar otro tipo de instrumentos.
Antes de que aparecieran las primeras brújulas en el siglo IX, la navegación llegaba a ser bastante más complicada ya que no se llegaba a saber con exactitud en donde se estaba. En esos momentos se mantenía la vista en la costa para así no perder la dirección y así quedar a la deriva. El problema era que nunca se llegaba a descubrir nuevos sitios ya que nunca se alejaban demasiado de las costas.
Por esa razón los descubrimientos fueron dándose luego de que se perfecciono la brújula y su uso.